Los perros, cuando pasan a formar parte de la unidad familiar, han de ser igual de educados que el resto de la familia. Deben aprender a convivir de forma correcta y ordenada con el grupo social al cual pertenecen a través de una educación canina. No obstante, si este proceso de enseñanza no se realiza con las técnicas adecuadas, puede ser un proceso frustrante y acabar en un desastre. Por este motivo, con el fin de evitar que la educación sea un caos, es imprescindible que la familia se forme con respecto al tema.